Obedecer a Dios trae bendición, desobedecerlo trae como consecuencia juicio.
¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón aquella forma de doctrina la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. (Romanos 6:15-18)
Sé obediente en los detalles ordinarios de la vida porque ese es el camino hacia la bendición.
Wilkinson, B. (2009). Biblia Tu andar Diario (Quinta edición). Editorial Unilit.
Reina Valera 1960
HeartLight.org
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